El
Agujero Negro 2
Hacía ya dos semanas
que Delia había dejado Ultreia para adentrarse en el inmenso bosque de
Therabitia; frontera entre el país de los elfos, Kandor, y el país de los
humanos, Azcona. Había seguido las huellas de sus enemigos hasta el final, y
ahora se encontraba a las afueras de Aquilea, capital de Kandor. Había acampado
hacía dos horas, y ahora se encontraba hablando con sus amigos por un espejo mágico.
-¡Hola! ¿Qué tal os
va por ahí, chicos?
-Ah, no, no, y no.
Primero nos cuentas qué tal te va a ti, y luego ya te contaremos lo nuestro,
maja.
-Vale... Ahora mismo
me encuentro en una cabaña, hecha por mí, a las orillas del río Standeron,
justamente en medio de Therabitia.
-En castellano, por
favor.
-Estoy cada vez más
cerca de cumplir mi objetivo. Tengo que llegar a las afueras de este bosque
para encontrarme con Merlín, que me dirá la situación en la que me encuentro.
Pero ya basta, ahora contadme qué tal os va a vosotros.
-Pues bien. Aquí,
con exámenes todo el rato. Ah, y han quitado el club de lectura, ¿sabes? Ahora
quedamos en una cafetería que está al lado.
-Oh, vaya -de
repente, Delia dirigió su mirada hacia un lado del bosque. Había oído algo-. Chicos,
no os vayáis. Ahora mismo vuelvo.
Delia se acercó, y
de las sombras apareció un señor muy mayor, con una larga barba blanca, y con
un traje de estrellitas bien largo: Merlín.
-¡Merlín! ¿Qué haces
aquí?
-Pues lo mismo que
tú, salvar el mundo -dijo Merlín con una sonrisa. Y tras una breve pausa, prosiguió-, te he oído hablar con tus
amigos, y creo que me buscabas. Bien, pues yo a ti también. Dile a tus queridos
amiguitos que vengan inmediatamente aquí. Pero ya. Luego doy explicaciones,
cuando estén ellos.
Delia se dirigió al espejo:
-Chicos, ha venido
Merlín diciendo que tenéis que venir ya, como sea.
-¿Qué? Pero...
espera un momento. Iván tenía una presentación que dentro de cinco minutos
termina. Vamos para la biblio y se lo explicamos. Dentro de poco estaremos
allí. ¡Adiós!
-Adiós, aquí os
esperamos.
Tras diez minutos de
espera, todos se reunieron de nuevo.
-¡Delia!
-¡Chicos! Cuánto os
he echado de menos...
Todos se abrazaron
muy emocionados.
-Bueno, sí, muy bien
-intervino Merlín-, ahora todos seguidme hasta mi casa, no anda muy lejos de
aquí. Tengo que hablar con vosotros y
YA.
A los lectores les
fastidió un poco que Merlín interviniera, pero recogieron las cosas y se
marcharon tras él.
El trayecto duró
poco, y pronto se encontraron reunidos en la casa de Merlín, una pequeña casa
hecha de papel gris compacto que había fabricado él mismo mediante la magia. La
cocina, donde ahora se hallaban cenando, era muy pequeña, blanca y fría. Tenía
un pequeño horno, un lavaplatos, y una gran ventana con unas bonitas cortinas
azules. En realidad, toda la casa era muy fría, pero se calentaban gracias a la
hoguera que habían hecho en la chimenea, que se encontraba en el salón, donde
estaban todos los sacos de ellos, y el
catre duro de Merlín, que decía que con la magia lo hacía blandito.
Cenaron unas
sardinas que habían pescado. Y Merlín, con la magia, había hecho que sonara un
poco de música moderna, sabiendo que a los jóvenes lectores les encantaría.
-Bueno, creo que ya
es hora de que hable -empezó a decir Merlín-. Cuando os fuisteis, pareció que
todo se quedaba en paz. Pero no. Mediante pociones, han hecho que Cedric se
vuelva malo, y está conquistando todo el territorio de una manera un poco...
descontrolada, digamos.
-¿Cedric? ¿Mi
Cedric? -exclamó Delia, sorprendida y decepcionada.
-Sí, querida. Tu
Cedric, no hay otro, que yo sepa. En fin, que creo que Azcona necesita vuestra
ayuda, amigos...
-Ah, no, yo no voy.
No pienso luchar con Cedric en la vida, que lo sepas -dijo Delia.
-Y nosotras la
apoyamos -dijeron Paula y Ana; esta última siempre elegía una dirección sin plantearse nada.
Pero Merlín sabía
cómo convencerlas.
-Y si os dijera...
que va a venir 5 Seconds of Summer.
-¡Me apunto!
-Ni de coña, tío.
-Joe, el viejo este,
qué modernizao que está, ¿eh?...
-Te he oído, y
bueno, pues entonces... One Direction.
-Ok.
-Que no. Que One
Direction no.
-Pues... ah, claro.
Los Five Directions, y se acabó.
-Este tío está loco.
-¿Five Directions,
en serio?
-Mirad, los Five
Directions los voy a crear yo con la magia. Tenéis que elegir, cada una, tres
miembros de vuestro grupo de música favorito, que en total harán seis para los Five
Directions. ¿Os apuntáis o no?
-Vale.
-Ok.
-Me temo, querida
Delia, que hay mayoría. De todas maneras, para salvar el mundo no hace falta...
-¡Por favor, quita
eso, que está sonando Auryn! -gritaron, interrumpiendo a Merlín, Paula y Ana a
la vez.
-Perdónelas, son
así. No debería haber puesto música. En la cafetería están igual, más atentas a
la música que al tema de conversación.
-Tranquila, ya lo quito
-dijo Merlín sonriendo-. Bueno, como iba diciendo, para salvar el mundo no hace
falta matar a todo el mundo. Hay gente que, aunque ahora sea mala, por dentro
tiene aún un cinco por ciento de lo que fue anteriormente. Reflexiona sobre
eso, Delia. Y bueno, todos a la cama que mañana va a ser un día muy largo.
Todos se levantaron,
se lavaron los dientes, y se fueron a dormir. Todos juntos. Cuánto se habían
echado de menos...
A la mañana
siguiente, partieron hacia el norte, para empezar a crear una ciudad para un
futuro ejército.
Mandaron cartas a todos
los pueblos de Azcona, tanto elfos, como enanos, como humanos, como jinetes de
dragón las recibieron.
Crearon la ciudad,
excavada en la piedra, infranqueable. Con pasillos, escaleras, habitaciones para
enanos, elfos, dragones y humanos, habitaciones particulares y especiales para
los lectores, jefes del ejército y reyes, con un largo tobogán que bajaba desde
la planta más alta hasta la más baja, una sala de reuniones, cocina, comedor,
un patio para entrenar el arco, la espada, y cualquier otra habilidad, y un
territorio marcado por escudos mágicos en los que los dragones podían volar. Esa
era la nueva ciudad de los guerreros myticos:
Mytica.
En cuanto llegaron
los ejércitos, probaron su nueva armadura, con una M en el medio de la tela que
cubría el metal, con una gomaespuma dura y resistente que, cuando clavaran la
espada en el cuerpo, rebotaría. El ejército Mytico, también llamado rebelde,
sería el ejército más fuerte, conquistador y despiadado del mundo.
Poco a poco la
ciudad se fue llenando. Mytica era la ciudad fantasma, ya que solo existía para
los de la misma ciudad.
Los jóvenes lectores
fueron denominados los Lectores Myticos, así que ellos, además de la armadura,
la tela y la gomaespuma, llevaban un broche con las iniciales L.M.
Y viendo que no
había ningún rey, preguntaron cuándo llegarían.
-Chicos, se me
olvidó comentároslo. Aquí los reyes sois vosotros. Vosotros sois los que
iniciaréis una revuelta contra las fuerzas del mal, los que tomaréis las
decisiones difíciles. Vosotros sois los líderes, los Lectores Myticos.
Todos se quedaron
asombrados, pero les gustó.
Esa noche, tomaron
la primera decisión difícil.
-Bien, ¿quién hará
de jefe en las fuerzas de espada a pie? -preguntó Inés.
-Venga, yo -dijo
William.
-Bien... y ahora, ¿quién
hará de jefe en las fuerzas de espada a caballo?
-Yo, los caballos me
encantan -respondió Daniela.
-¿Y de jefe en las
fuerzas de arco a pie?
-Yo, lo prefiero -dijo
Iván.
-Y ahora toca las
fuerzas de arco a caballo.
-Venga, yo. Prefiero
estar abajo para ver con menos claridad las pancartas de One Direction si las
ponen... -soltó Ana.
-Sí, y Paula te va a
acompañar, creo. Bien, y ahora toca las fuerzas del aire, lógicamente, con
flechas.
-Yo -dijo Delia.
- Ok. De las catapultas
se encargarán las dos Blancas, ¿os parece bien?
-Sí -respondieron
las dos Blancas al unísono.
-Vale, entonces,
María ayudará a William, Almudena a Daniela, yo a Iván, Ana a Delia, Marina y
Marta a las dos Blancas, ya que las catapultas son muy pesadas y con cuatro nos
bastará. ¿Todos de acuerdo?
-¡Sí!
-¡A por ellos, oé, a
por ellos, oé, a por ellos... Pues nada, que me he quedado solo... -dijo
William lo que provocó una carcajada general.
-Qué gusto estar de
nuevo juntos, eh...
-La verdad es que sí.
Ya os echaba de menos...
Y se fueron a
dormir.
A la mañana
siguiente, cada uno se fue a su trabajo: entrenar a sus tropas.
William y María
entrenaron a los de la espada, que practicaron corriendo con la armadura y
dándole a un muñeco en el corazón, para tener puntería.
Daniela y Almudena
entrenaron a los de la espada a caballo, haciéndolos correr hasta un muñeco
encima de un caballo de mentira, y tenían que, primero, quitarle la espada y
luego clavarles la espada.
Iván e Inés
entrenaron a los del arco, y estuvieron practicando ejercicios de puntería, y
luego les hicieron correr y disparar, correr y disparar, así todo el rato.
Ana y Paula
entrenaron a los de arco y caballo, y practicaron ejercicios de puntería, y
luego galopar y disparar a un muñeco de Auryn mientras les animaban cantando
canciones de One Direction y 5 Seconds of Summer.
Delia y Ana entrenaron
a los de arco con dragón, y les hicieron domar a un dragón, dar una vuelta con
él, y disparar en el aire.
Las dos Blancas,
Marina y Marta entrenaron a los de las catapultas, y les hicieron ponerse
cachas (disfrutaron con alguno que ya estaba bastante cachas y tenía unos ojazos...),
y luego empezaron levantando las piedras, y tirándolas.
Y después de todo
eso, los Lectores Myticos descansaron, y las tropas se fueron con Merlín a
aprender magia.
Y así se pasaron los
días.
Hasta que un día,
Merlín les dijo que debían reunirse de nuevo para hablar. Y esta vez con él y
las bibliotecarias. Ah, y Estrella, claro.
-Chicos, me parece
muy bien cómo os habéis organizado el trabajo. Ahora nos toca quedar en la
fecha de ataque, ya que Cedric va comiendo territorio cada vez más rápido.
Tenemos que actuar.
-Ok, Merlín, por
favor, ¿puedes darnos los días en los que sabemos que Cedric está en palacio? -preguntó
Estrella.
-Claro. En palacio
está... ah, aquí está mi libreta. En palacio está los viernes, sábados y
domingos.
-Bien, quizá un
viernes por la noche...
-No, Estrella,
espera. He tenido una idea -dijo Delia-. Tú y las bibliotecarias vais y le
decís que le adoráis, y que si podéis celebrar una fiesta en su palacio con tu
gente, que le adora. Y le regaláis un inmenso caballo de madera, en el cual
estarán ocho generales. Ellos quitarán las defensas, y abrirán la puerta.
-Troya... -dijeron
todos al unísono y con una sonrisa.
-Una idea perfecta,
Delia -dijo Merlín.
-Entonces nosotros,
poco a poco, vamos entrando -prosiguió Delia sonriendo-, aunque en realidad... algunos
campesinos van a tener que dar su vida. Haremos exactamente igual, pero los que
entrarán serán unos campesinos con un poco de práctica, que desbaratarán a todo
el pueblo. Solo uno puede huir, y en el momento adecuado, ya que las tropas le
seguirán hasta un prado donde habremos puesto un campamento falso. Antes de
llegar, pero que se vea el campamento, el campesino debe morir. Entonces los
enemigos se pensarán que nosotros estamos allí, y empezarán a atacarlo todo. Y
cuando Estrella dé la señal, Estrella, que ya se encontrará con nosotros, los
de pie y flecha, lanzarán al aire flechas de fuego, ya que será por la noche, y
será un espectáculo fantástico, les meteremos más miedo. Después, María dará
una primera señal, y cuando William dé la segunda, todas las fuerzas a pie
lucharán, y después los caballos... y así sucesivamente. Con este ataque solo
conseguiremos que Ana y yo, con los dragones, podamos quemar la ciudad, o un
poco, y cómo no, meterles la idea de que somos un ejército profesional y
despiadado. Y al quemar la ciudad, nos da la oportunidad a nosotros de, dos o
tres días después, atacar la ciudad y acabar con ella. ¿Qué os parece?
Todos se quedaron
con los ojos como platos, hasta que Inés habló:
-Señores, tenemos
aquí, para contemplar con sumo cuidado, el mejor plan del mundo.
-Sí, y que lo digas.
-El ejército Mytico
será una mezcla del de Troya con el de Arturo, señores.
-Sí, y podrá dejar
una M pintarrajeada en cada ataque.
-¡Buena idea!
-Sí, esa idea no es
buena... sino lo siguiente...
Todos se rieron.
En los días
siguientes, los Lectores Myticos se dedicaron a entrenar. Prepararon las
armaduras, decorándolas cuidadosamente y pintando la gran M en el medio.
Delia y Ana crearon
las nuevas armaduras para dragones, y se entrenaron quemando muñecos falsos.
Probaron también a clavar las lanzas más potentes con veneno anti-dragones, y
vieron que su armadura podría soportar al menos dos golpes de esas lanzas.
Merlín se hallaba
creando a los Five Directions, con Harry, Liam, Niall, Luke, Calum y Ashton,
diciéndoles que tenían que inventar entre todos una canción que les gustara a
dos de sus fans, o estarían muertos.
-Os lo aseguro, esas
dos son dos fans guerreras de narices. Pueden hablarte, y a la vez estar
atentas a la música que suena a su alrededor.
-Tranquilo,
mezclaremos las canciones, y ya está.
Y llegó el gran día.
Era por la noche. Cedric había aceptado la oferta de la fiesta. El caballo ya
estaba dentro, y los campesinos ya la habían armado. El ejército estaba
persiguiendo al último campesino. Un ejército de 200 guerreros. El campesino
llegó al campamento, e hizo que se moría. El ejército se aproximó y empezó a
quemar todo. Pero cuando quemaron todo, vieron que no había nadie. Entonces,
Estrella dio la señal. Y María dio la primera, y luego William. En menos de dos
segundos el cielo estaba cubierto de fuego, que fue a parar a los enemigos. Y
empezaron a bajar los de espada a pie.
Mientras tanto, Ana
y Delia se aproximaban a la ciudad. 100 dragones iban con ellas. En cuanto
llegaron a la ciudad, empezaron a quemarla. Y entonces, justo antes de irse,
Delia pintó en una pared la gran M de Mytica.
Y se fueron dirección a donde estaban sus amigos. Y quemaron todo lo que
había. Incluidos los 200 guerreros de Cedric.
El plan había salido
tal como planearon.
O eso creían. A la
mañana siguiente los guerreros de Merlín los llevaron a los calabozos.
-Merlín, ¿por qué
haces esto? -preguntó Delia.
-Pues porque
siempre, en todos los cuentos, Merlín es un mago bueno, que ayuda a la gente
buena. Yo no quiero ser así. No tengo por qué ser así. De hecho-sonrió-, te he
traído a alguien que te partirá el corazón al verlo encerrado contigo. Chaíto,
que tengáis mala suerte.
Y se fue, y entonces
apareció Cedric.
-¡Cedric!
-¡Delia!
Ambos se abrazaron
emocionados.
-Bueno, que muy
bien, muy bonito, par de tortolitos, pero yo no me pienso rendir a la primera,
así que ¿buscamos algún plan o qué? -dijo Marina.
-Eh... sí ,perdona.
Estuvieron dos horas
pensando. Merlín y sus guerreros habían abandonado el castillo, pero nada,
nadie hablaba. Hasta que de repente, a Cedric se le ocurrió algo.
-Ok, chicos,
escuchad, esto es lo que haremos. Haremos ruido. Como sea, discutiendo,
gritando, dando patadas a los barrotes... lo que sea. Los guardias vendrán, se
tendrán que acercar. Entonces, cuando estén bien cerca, les ataremos a los
barrotes, cogeremos las llaves, y escaparemos.
-Ok.
-Perfecto.
-Buena idea.
-Bien, pues... en
tres, dos, uno... ¡ya!
Tras un silencio,
Paula y Ana empezaron a gritar.
-Tías, no os lo vais
a creer, mañana me voy a comprar el nuevo disco de One Direction en cuanto
salga del cole.
-Venga, anda, Zuzu,
deja de fumar porros y pásate a ser fan de 5 Seconds of Summer, que mola más.
-¡Deja de decir eso,
imbécil!
-¡NO ME LLAMES
IMBÉCIL!
-Eh, que se una
alguien, porfa... -susurró Cedric.
Entonces, la otra
Ana e Inés empezaron a gritar en medio de la otra conversación.
-Abeeeecedario.
-¡Beeeeeee!
-¡Jajajaja,
beeeeeee!
-¡¡Beeeee, beeee!!
Y mientras Ana y Paula
seguían a lo suyo, para unir las conversaciones, Inés intervino diciendo:
-¡¡¡Eh, chicas,
parad, que estamos en el grupo de leones...!!!
-¡¡¡Eso, y pasaros
al de las ovejitaaas...!!!
-¡¡¡¡Ostras, perdón,
pensaba que estaba en el de la cobra gay!!!!
-¡¡Venga, una, dos
y...tres!! ¡Beeee, beeeee, beee!
-¡¡¡¡¡Beeeeee,
beeeee, beeeeee!!!!
Entonces, los
guardianes se mosquearon. Se dirigieron hacia los calabozos, donde Delia, Iván,
William y algunos más les sujetaron las manos, las ataron a los barrotes, cogieron
las llaves de la mazmorra y la abrieron. Ana y Paula salieron corriendo y en
seguida se perdieron por el castillo. Los demás, cuando hubieron salido todos, metieron
a los guardias y cerraron la mazmorra.
Fue entonces cuando
todos se partieron de risa.
-¿En serio, la cobra
gay? Y lo de las ovejas... dios mío...
-Lo de las ovejas
tiene su explicación, y es que Ana dijo una palabra con b, y entonces, yo, que
me aburría, pues empecé a hacer lo de beeee, beeee, y luego ella, y así todo el
rato.
-Ok, muy bien, ¿y lo
de la cobra gay, qué?
-Eh... mejor no
preguntes...
Todos empezaron a
reírse sin parar, hasta que de repente, Ana y Paula, que ya habían vuelto,
gritaron a la vez:
-¡¡Ahhhh!! ¿Tías, a
que no sabéis a quién nos hemos encontrado? ¡A los Five Directions! ¡Y nos han
firmado unos autógrafos y nos hemos hecho una foto con ellos y ahora dicen que
darán un concierto y... FIEESTAAA! -y tras decir esto, salieron corriendo hacia
el salón de baile.
-Como niñas de dos
años, dios mío, como niñas de dos años...
-En serio, sigo
teniendo dudas sobre vuestra salud mental.-dijo Iván, y todos se fueron
riéndose a carcajadas.
Cuando salieron, los
habitantes y el ejército con todos sus capitanes decidieron que, a la noche
siguiente, los Lectores Myticos serían
coronados reyes y reinas, y tras la coronación habría un concierto de los Five
Directions.
Por la mañana, todos
se estuvieron preparando para la coronación, y cuando cayó la noche, todos
estaban magníficos. Las chicas llevaban puesto un vestido (y los chicos un esmoquin).
Todos iban vestidos de negro, y habían decorado su ropa con pequeñas llamas
rojas pintadas con un rotulador especial, ya que querían demostrar a la gente
que no iban a ser unos reyes cualesquiera, iban a ser los reyes más temidos por
los enemigos y amables con los amigos. Tenían todos un aspecto serio, pero en
cuanto los coronaron y se bajaron a bailar y disfrutar del concierto, enseñaron
las sonrisas más deslumbrantes de Mytica.
¿Queréis saber qué
pasa con Mytica, Delia, los Lectores Myticos y Merlín?
Pues esperad con
paciencia, amigos, que ya llegará, ya llegará...
CONTINUARÁ...
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